
Necesitaba comprender cosas sobre mí, no sobre mi historia, sino sobre mi manera de comportarme. Más tarde descubriría que precisamente conocer mi historia, sería mi recurso más eficaz para comprender también a los demás.
«LLegar a cuestionarse ciertos comportamientos propios, o no sentirse entendido por los demás, le hace a uno sentirse un bicho raro».
Y es que, para sentirme seguro, desarrollé sin ser consciente de ello, diferentes modos de relacionarme con los demás. Estas fórmulas que aparecieron como «soluciones», paradójicamente a la larga, se convirtieron en las grandes «dificultades» de mi día a día.
Afortunadamente, llegó el momento de darme cuenta de que algo debía y quería hacer al respecto.
MIS MODOS DE RELACIONARME
DUDAR EN EXCESO: En mi experiencia sólo sirve para perder energía -y hasta la paciencia-, tanto la de los demás como la propia. Se supone que las cosas se resuelven de un modo más fácil. Se cuentan si es necesario, se barajan las posibilidades y se determina la siguiente acción. Parece fácil.
Cuando me he quedado ya «bien tranquilo» y todo parece controlado, surge de nuevo la misma pregunta que me llena de temor. Como ya he llamado a mi hermano, ahora llamo a mi hermana, o a mi madre, o a un amigo y se lo cuento. Y vuelta a empezar. Al final del día puedo haber contado la misma historia a 5 personas y aún no saber qué decisión tomar.
DAR DEMASIADAS EXPLICACIONES: Justificar algo que has pensado, dicho o hecho. Realmente sin necesidad alguna, excediéndote en las explicaciones y argumentando el por qué de las cosas, hasta aburrirte a ti mism@, o a quien quiera con quien estés hablando.
Después de dar todas las explicaciones, siento que no ha sido ni inteligente, ni necesario. Me siento mal.
COMPLACER EN EXCESO: Complacer significa «causar a alguien satisfacción, placer o agrado», y eso es realmente grato para mí. «En exceso», significa pasarse de la raya. Te quedas con la sensación de que «pierdes» en la jugada mientras otros «ganan». En ese punto, nos hemos pasado de complacer.
El conflicto aparece aún cuando siendo consciente de ello, si no complaces, nace un sentimiento de «deslealtad» que te hace sentir egoísta, y de un modo u otro, te sientes culpable.
MANTENER LA PAZ: Todos en realidad queremos evitar un conflicto. Lo difícil es intentar mediar sin convicción, porque uno a veces, acaba diciendo lo que ni piensa ni siente, a fin de que la situación se sostenga, lo cual tiene bastante que ver con el punto anterior.
Si no «medias» parece que no te importara, y al mismo tiempo sabes que al mediar puedes estar encubriendo una mentira, o algo que en realidad no está bien, y te puedes sentir fallar a unos mientras ayudas a otros. No te sientes leal a tus valores y eso te hace sentir mal.
IR DE SALVADOR: En pocas palabras, significa responsabilizarte de lo que no te corresponde. Eso no es ayudar.
Lo haces y sabes que te estás responsabilizando de lo que no te corresponde, es verdad, y sin embargo si no te responsabilizas, tienes un profundo sentimiento de que «abandonas» al otro a su suerte. Y eso te hace sentir culpable, porque de algún modo piensas que podrías ayudar. Que tu ayuda es prácticamente imprescindible, vamos.

Saber más sobre Eneagrama | Saber más sobre PNL
CONCIENCIA | COMPRENSIÓN | PROPÓSITO | ACCIÓN | CRECIMIENTO
CAMBIO FÁCIL: Crecer con Intención
Juntos es fácil
Sobre mí | Servicios | Contactar | Suscribirte