El Mapa No Es el Territorio

Loading

«La realidad es la que es», y en cambio cada persona interpreta lo que percibe y acontece en el mundo de un modo particular, de acuerdo a sus filtros internos, experiencias personales, creencias y valores, entre otros muchos factores. Estos factores son los ingredientes del «mapa» que cada uno de nosotros se ha creado, que puede «coincidir» o «no» con la realidad, es decir, con el territorio.

Para mí esta frase, supone en primer lugar, una llamada de atención a un@ mism@, no sea que el mapa de la realidad que mi mente haya fabricado, tenga demasiados ingredientes de cosecha propia. Una visión demasiado distorsionada de la realidad puede ser el origen de diversos conflictos tanto externos (con otras personas), como internos (con un@ mism@).

Por otro lado, «el mapa no es el territorio», también en mi opinión, es una llamada de atención a respetar lo que piensan los demás, es decir, darnos cuenta de que cada cual tiene «su propio mapa», y en base a ese mapa o «modelo mental» cada un@ puede preferir tomar una ruta u otra para llegar a un mismo lugar, que puede o no coincidir con lo que «yo haría» (la ruta que yo tomaría, de acuerdo a mi propio mapa).

Empeñarnos en que las personas vean, hagan, piensen o sientan las cosas, igual que nosotr@s, es una batalla perdida.
Sin embargo, darnos la oportunidad de ver las cosas de otra manera puede resultar una de las experiencias más enriquecedoras que un@ pueda llegar a experimentar. ¿Por qué?, porque muy probablemente muchos de nosotr@s hemos heredado pensamientos, creencias, valores, o actitudes, que no nos hemos planteado jamás si son en realidad fruto de nuestro desarrollo personal, o simplemente «eso es así, porque sí, porque lo decía mi padre», tal vez, o «me lo enseñaron así», o en un momento dado yo lo interpreté así y caló tan fuerte, que esa idea llegó a cristalizar, y ya no hay quien me haga ver las cosas de otra manera.

En este escenario, una llamada de atención: Sin darnos cuenta, estas creencias, aún de modo inconsciente, pueden estar limitándonos. Las creencias limitantes son el origen de muchos conflictos internos. Por un lado queremos hacer las cosas digamos «como nos enseñaron» y por otro lado, no nos sentimos «del todo» a gusto haciéndolas de esa manera. Otras veces, ni siquiera hemos reparado en que no nos sentimos a gusto haciendo las cosas de tal manera, sino que simplemente las hacemos, y no nos llegamos a cuestionar si realmente nos identificamos con esa forma de actuar, de pensar o sentir, es decir, reparar en «si cuando hacemos eso» estamos siendo realmente nosotr@s mism@s, o pasamos quizás, demasiado tiempo imitando, de algún modo, el comportamiento de otras personas.

PNL

Sobre mí | Servicios | Contactar | Suscribirte

Scroll al inicio